51 años y 10 meses de cárcel a Rafael Uribe Noguera por el crimen de Yuliana Samboní
Leyó la sentencia y dijo que la condena se tasó a partir del feminicidio.
La Juez 35 penal del Circuito de Bogotá condenó este miércoles a Rafael Uribe Noguera a 622 meses de prisión, es decir a 51 años y 10 meses de cárcel, por el feminicidio de la niña indígena Yuliana Samboní, ocurrido el 4 de diciembre de 2016.
Según la jueza, Uribe Noguera predispuso un escenario previendo la victimización e impunidad y se aprovisionó de todos los elementos para erotizar sus actos. "Pretendió encubrirse bajo la inimputabilidad", añadió.
Uribe Noguera había aceptado el 11 de enero su responsabilidad por los delitos de secuestro, feminicidio agravado y acceso carnal violento.
La diligencia se llevó a cabo en los juzgados de Paloquemao, en Bogotá, sin la presencia de Uribe Noguera en la sala de audiencia. El acusado ahora esperará que su abogado le notifique en la cárcel la decisión de la jueza.
Reflexión y análisis
Antes de la lectura la jueza hizo una reflexión sobre la violencia de género y el papel de los medios y la justicia a que estos casos no queden impunes. Dijo que la Fiscalía no puede mostrar este caso como un trofeo cuando hay más casos que no han sido resueltos y no han tenido la atención como este.
El cuerpo de Yuliana Samboní fue hallado a las 20:45 horas, cuando los investigadores llegaron al edificio e ingresaron al apartamento 603 del edificio Equus 66, Francisco, el hermano de Uribe le dijo que su hermano bajo confidencialidad le confesó que el cuerpo sin vida yacía oculto debajo del armazón del jacuzzi.
Según la jueza, el cuerpo de la niña presentó múltiples lesiones que no fueron accidentales sino fueron infligidas. “La evidencia demostró que los actos contra Samboní tuvieron como propósito la erotización y satisfacción sexual de un tercero”, leyó.
"Dentro del universo de muestras de la niña y residuos de sus manos mostraron la presencia de fluidos de Uribe Noguera", añadió la jueza. En el análisis de la segunda muestra tomadas en las manos de la niña arrojaron resultados positivos.
Para la Jueza, Rafael Uribe escogió a su víctima en un población vulnerable lo que hacía más fácil.
Dijo que era Uribe era como un relojero, que hizo cada uno sus pasos a sabiendas que estaba actuando en contraderecho.